

El dúo de pianistas y matrimonio Lukas Geniušas y Anna Geniushene mantienen brillantes carreras como solistas, y en su primer álbum juntos se percibe una evidente sinergia entre ambos. Al tocar con dos pianos, aportan un brillo y ritmo contagiosos al arreglo de la Obertura cubana de George Gershwin que da inicio al recital, así como al arreglo que Leonard Bernstein hizo de El Salón México de Copland. En el Concierto Dumbarton Oaks de Stravinsky, los ritmos sincopados cuidadosamente dibujados salpican su interpretación del juguetón “Allegretto”, mientras que juntos desatan una tormenta musical en el volcánico “Winnsboro Cotton Mill Blues” de Frederic Rzewski. Los tintineos propios de la música gamelán fluyen a través de la Suite of Balinese Transcriptions de Colin McPhee, donde la pareja consigue transmitir una sensación de alegre elevación en el final “Taboeh Teloe”. Su ejecución perfectamente entrelazada da frutos particularmente ricos en Hallelujah Junction de John Adams, cuyo final contiene toda la exaltación rítmica y el “boogie a toda potencia” que Adams buscaba.