

Comparados con sus coétaneos The Beatles, The Rolling Stones siempre fueron los chicos malos del rock inglés y mundial. Cincuenta años después, siguen al pie del cañón publicando discos y ofreciendo conciertos por todo el mundo. Además, lo compaginan con sus carreras en solitario, mucho menos seguidas que su trabajo como una de las bandas más importantes del rock de todos los tiempos. Lo mejor es que se han atrevido con casi todo y han hecho lo que les ha dado la gana: blues, rock de estadio, coqueteos con la música disco... en escenarios tan dispares como Londres, Nueva York, París o Barbados.